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tu recuerdo de
Alto Alberdi?
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TestimonialesHan pasado más de veinticinco años de tu partida, tus nietos ya peinamos canas y este homenaje te queremos hacer; Lo urgente tapó lo importante, estuviste en nuestro recuerdo y en nuestras narraciones de historia familiar, en esos días de Cabana, en los cuentos del chichirillo, y en los domingos de reunión familiar.
Hoy queremos recordarte abuelo Felipe, y muy especialmente a esa madraza y compañera, que fue la abuela Rosa Bianchi, que en contra de los consejos familiares, te acompaño a esta tierra tan lejana tras la quimera del sueño Americano. Sin duda alguna, la guerra les jugó una mala pasada, después de servir a la patria, tuviste que emigrar en busca de oportunidades, la cosa era ya conocida, difícil pero posible,...los años treinta frustraron el regreso y el destino se encargó de dejarte solo,.... el costo fue total, la familia quedó esparcida cuál naufragio en el mar;....hoy más que nunca valoramos esos días, el coraje y la fuerza que tuvieron que tener,.... como los habrá apretado la vida que hasta la vida misma les robó, quitándote a tu compañera, y el barco quedó sin timón.......los retoños tuvieron brotes, ya somos más de treinta y dos por venir, todavía está la casa, una parra, las herramientas, muebles y algunas cosas más, Abuelos queridos, están en todas partes, están en nuestro corazón.
Hoy con más de cincuenta años nos toca decidir, retiraremos tus restos de esa morada solitaria, para esparcirlos por donde alguna vez soñaste y amaste, por donde peleaste tu historia difícil de vencer, no todo está perdido, hoy estamos aquí, somos sangre de Vuestra sangre somos los Leone del hoy, orgullosos del pasado te venimos a despedir.
Dios los tenga bajo abrigo de esa llama de amor, que encendieron en Roccheta y Felizzano en esa Italia tan lejana que un día los vio partir.
Responso para el Abuelo Felipe Leone
Después de muchos años de su muerte, retiramos los restos del cementerio para esparcirlos en Cabana. Realizamos un responso de cuerpo presente en la iglesia del Cementerio San Jerónimo, adornada para la ocasión con flores de mil colores, donde Ana María leyó estas líneas
Rodolfo
